Las músicas de La Mancha, al igual que su
cocina tradicional, se caracterizan por la sencillez y sobriedad, quizás
porque, el manchego ha sido, por propia naturaleza, sobrio y sencillo. Atributos
que, maridados de manera conveniente, resultan tremendamente atractivos a los
sentidos más afinados y exquisitos de cualquier buen músico o chef.
La CaMeRaTa CeRvAnTiNa presenta: “SABORES Y RITMOS
DE LA TRADICIÓN
ORAL”
Trabajo con el que se pretende poner en valor la cultura musical manchega, contextualizada con las recetas
más populares de su gastronomía. Comidas, generalmente a
base de plato único, indicador del alto poder calórico de su
alimentación y que, musicadas con ritmos y melodías sacados de la tradición
oral, convergen en un mundo de sensaciones audio-visuales que se precipitan en la
escena.
Era clásico en familias y cuadrillas de labor manchegas,
juntarse alrededor de un caldero donde se presenta ese plato único, en el que a
modo de comunión, todos mojan, utilizando como únicos cubiertos la navaja y el
pan, hábilmente manejados, pinchando sopas para ayudarse a comer.
“Cuando
la cuchara es de pan, ella remata el manjar”
Siendo posible
afirmar que la base de su alimentación era, precisamente, el pan. De ahí la
tradicional retahíla de ritmo marcial
con la que los niños aprendían a tocar el tambor y que La CaMeRaTa
escenifica para comenzar el espectáculo gastronómico-musical:
· PAN duro,
que se ponga duro, duro. PAN duro, que se ponga duro, duro ya.
Q 
Ciertos aspectos de la llamativa
terminología utilizada por los grandes chefs para sus elaboraciones, mantienen
un paralelismo con la tradición culinaria manchega. Así, la tan traída y
llevada desestructuración de cualquier plato, tiene mucho que ver con lo que
tradicionalmente se conocía por hacer un “desaguisao” (sinónimo de
desbarajuste, transgresión, entuerto o desatino), que era lo contrario al
“guisao” (sinónimo de preparado, aderezado, cocinado). Del mismo modo, las
esferificaciones podrían equipararse a la redondez de nuestras tradicionales “almondeguillas”,
cuya elaboración se canta, a ritmo de seguidilla, con aquella antigua retahíla
de:
Huevo batido, pan
“rallao”, perejil, jamón, y ajo
“picao”.
Y ya metidos de lleno en harina, aprovechando que
las “almondeguillas” resultan imprescindibles en el famoso GUISO DE BODAS, de las quijotescas
bodas de Camacho, aderezamos la receta con las melodías de unas “manchegas”: Guiso de bodas, guiso
de bodas, Guiso de bodas voy a
preparar.
El
concierto se desarrolla a través de originales arreglos
musicales inspirados en la tradición manchega, maridados con textos que hablan
de populares recetas, retahílas, pregones callejeros y antiguos romances y
“pascuas”. Todo ello acompañado de relatos que nos llevan a sentir formas de
vida, modos, usos y costumbres seculares, creando un universo de sensaciones
que invitan a un viaje de rencuentro con nuestra identidad cultural.
Siempre que resulte posible, dependiendo del espacio
escénico, se proyectarán durante el espectáculo imágenes que evidencian de
manera muy gráfica, en el ámbito gastronómico, esa sencillez
y sobriedad que han caracterizado a las gentes de La Mancha y a su alimentación diaria (una muestra de ellas acompaña
esta presentación).
Otra de las recetas estrella de nuestra gastronomía
es el CORDERO A LA PASTORA y, como no podía ser de
otra manera, también la hemos
maridado con músicas tradicionales, en este caso de rondeñas: El cordero a la
pastora, se hace con carne
pascual, y en un perol todo en
crudo, yo te diré que pondrás, escucha y copia el
conjuro.....
Breves ejemplos de las
sensaciones que tendrán oportunidad de degustar los espectadores, saboreando
musicalmente clásicas recetas de la gastronomía manchega, aprendiendo
simpáticos ritmos y retahílas que les ayudaran a recordar elaboraciones y
“guisaos” de manera sencilla.
En
definitiva, La CaMeRaTa CeRvAnTiNa presenta un singular y atractivo
espectáculo, no visto hasta ahora, avalado por la calidad artística que a esta
compañía le reconocen, con su trayectoria, en la práctica totalidad de comunidades
de la geografía nacional.
Y
dicho esto:
Comida acabada,
loza fregada, y aquí no ha pasado nada.